¿Cómo combinar seguridad, higiene y solución a los problemas de aquellas personas a las que les cuesta asearse por sí mismos? La respuesta es clara: con una silla de ducha. Este elemento, que algunos quizá no conozcan, permite al usuario sentarse dentro de la ducha o bañera para no pasar mucho tiempo de pie, en tensión realizando un sobreesfuerzo.
Además de utilizarlas en hospitales o residencias, suelen utilizarlas personas de avanzada edad en su domicilio junto a otros accesorios como asideros o peldaños de acceso, alfombras antideslizantes o incluso elevadores de bañera. Tienen unas características que las hacen perfectas para que el usuario se duche con la máxima comodidad y, por supuesto, higiene independientemente del peso de usuario; hay modelos de todos los tipos y que soportan diferentes pesos.
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